Un reciente escándalo de falsificación de firmas en peticiones y votaciones ha reavivado el debate sobre la recogida de firmas digitales como medio de garantizar los procesos democráticos.
¿Necesita Suiza acelerar su transición a las herramientas digitales para garantizar la transparencia, o corre el riesgo de excluir a las poblaciones menos conectadas?
Sus comentarios promueven una gobernanza más integrada, inspirada en los retos cotidianos de los ciudadanos, que participan activamente en el compromiso por una sociedad más integradora y equitativa.